Tengo
que agradecer a Sonia
Cruz, la autora de Candela negra,
su predisposición para facilitarme un ejemplar de la novela.
Sonia
Cruz vuelve con la segunda parte de Candela,
titulada Candela negra, donde trata
de manera magistral las complicaciones que para un adolescente, huérfano de
padre, es aceptar la paternidad del marido de su madre, y el poder que ejercen
los amigos en su vida.
Así,
desde el principio de la novela observamos cómo nos revelamos, en este caso el
protagonista, a determinada edad, en concreto la adolescencia, contra nuestros
padres y su intento de protección. A la vez que nos refugiamos en los amigos o
en nuestras aficiones para intentar tener, o mejor dicho asentar y formar
nuestra propia identidad.
También
nos habla sobre el valor de conocer todo lo relativo a nuestra familia. Más si
no tenemos constancia sobre una de las ramas de nuestro árbol familiar. Del
mismo modo que es importante no confiar demasiado en algunas personas, que
compran nuestra amistad a través de regalos. Sin embargo, sí que se tiene que
dar un margen de confianza a aquellas que sin conocerlas de nada te brindan
todo su apoyo desde el primer momento. Amén de no dar de lado a las amistades
antiguas por el mero hecho de encontrar una nueva.
Durante
el transcurso de las páginas, Sonia nos hace ver en su novela que todo el mundo
esconde un lado malvado, o que no quiere que se conozca, y que por mucho que se
aparente ser una persona humilde y sin maldad, nuestra condición humana nos
lleva a pensar o comportarnos a veces con una superioridad no justificada por
mor de la condición social, riqueza o estudios que poseamos.
Y
con la adicción o aparición de seres fantásticos, la autora nos quiere hacer
ver la maldad que atesora el Ser Humano, que es capaz de arruinar la vida del
resto por una simple cuestión de egoísmo. Aunque también existe el otro lado de
lado de la moneda. E incluso quienes consagran su vida a ayudar a los demás.
La
obra nos enseña además que con la constancia se puede conseguir cualquier cosa,
aunque nos lleve muchos años. Amén de sentirnos felices y orgullosos de
nosotros mismos. Al igual que todos tenemos algún rasgo o característica o
habilidad que nos hace únicos y especiales.
En
definitiva, la novela está llena de valores morales que son una gran enseñanza para
los lectores más jóvenes, y un recordatorio importante para los padres y
profesores sobre cómo educar a las futuras generaciones.
Personalmente
me ha encantado, al igual que la primera parte, ya que me parece un relato
delicioso. Por tanto creo que es muy recomendable.
Pueden
conseguir un ejemplar en:
DATOS BIBLIOGRÁFICOS
·
Título:
Candela negra (Candela, 2)
·
Nº de páginas:
364 páginas
·
Editorial:
Létrame
·
Idioma:
Castellano
·
ISBN:
9788418129728
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