Gracias
a Edhasa por facilitarme la novela de David Sañudo, La victoria perdida, para colaborar con ellos.
David
Sañudo, autor, nos lleva en un viaje en el tiempo al Reino de León de mediados
del S. X, en la época del nacimiento definitivo del Reino de Castilla.
Desde
el comienzo de la novela nos imbuiremos del ambiente guerrero, religioso y
social de la época, donde viajaremos por el Reino de León y los complicados
territorios orientales de la península, pasando por las Marcas y Condados
catalanes y aragoneses, así como por las grandes ciudades cristianas con el
lujo y esplendor de las musulmanas de la península.
Además,
en este viaje por la meseta castellana, también es un recorrido por los
diversos monasterios más representativos de la época, algunos de los cuales aún
continúan con su fama histórica aunque únicamente se conserve el edificio, con
bibliotecas y scriptorium, el lugar del monasterio dedicado a la copia e
iluminación de los manuscritos, hoy día de incalculable valor, por los que los
protagonistas buscaran en busca de una reliquia o símbolo de poder que el rey
Ramiro de León les manda buscar.
De
esta manera nos percatamos de la importancia que tenían los viajes entre
diferentes monasterios o ciudades, ya que de esta forma tenían constancia de
las noticias y los sucesos que tienen lugar en esas poblaciones y
congregaciones. Esta manera era la precursora de los periódicos y publicaciones
periódicas actuales, las cuales no existían en la época.
Por
otro lado habla también del amor y las relaciones comerciales prematrimoniales
entre familias nobles para acrecentar sus posesiones e influencia. Por el lado
del amor, nos encontramos con un imposible entre Alvar, hijo segundón de un
conde y gran protagonista de la novela, y Engracia, una monja iluminadora, quienes
vivirán momentos de pasión, pero sujetos a los condicionantes sociales que les
harán huir del compromiso formal debido a las expectativas de cada uno.
Igualmente,
muestra la dificultad para conseguir relevancia social y posesiones para los
segundos y ulteriores hijos de la nobleza, lo que hace que tengan que jugarse
la vida para obtener tierras que gobernar.
Asimismo,
asistiremos al levantamiento del Conde Fernán González de Castilla contra el Rey
Ramiro de León, aunque en sus albores y de forma sibilina a través de acciones
donde no acata las órdenes llegadas del rey. Con el tiempo, estos hechos darán
lugar a la creación del Reino de Castilla que todos conocemos.
Por
último, pero no menos importante, toda la novela gira en torno a la búsqueda de
un símbolo que aglutine tanto el poder sagrado de la Iglesia como el mágico de
los paganos, y ante el cual tengan todos una sensación de confianza en el éxito
de sus acciones bélicas. Esto permite al autor hablar y disertar sobre el tema
de la lealtad, primero hacía tu país y después a tu familia y amigos. Así
viviremos con Alvar los múltiples obstáculos que el hijo del rey promueve para
que no triunfe la misión que su padre les encomendó. Además de tener que evitar
las múltiples tentaciones que otros señores y enemigos le ofrecen para
conseguir el preciado objeto de poder. Mas Alvar, aunque sufre innumerables
batallas en su cabeza para permanecer leal a sus creencias, las cuales pueden
terminar perjudicándole, pero le hacen ser una persona íntegra y feliz.
Para
terminar decir que es una novela histórica con una buena base documental,
incluyendo una relación de topónimos con los nombres empleados en la época, así
como de los personajes reales y la casa a la que pertenecían, y una redacción
que hace que se haga corta su lectura, pues siempre en alto la narración. Por
ello la recomiendo.
Pueden
conseguir un ejemplar en:
DATOS BIBLIOGRÁFICOS
·
Título: La
victoria perdida
·
Nº de páginas:
354 páginas.
·
Editorial:
Edhasa
·
Idioma:
Castellano
·
ISBN:
978-84-350-6346-3
Me gustó, aunque había alguna cosa que no me cuadraba en aquellos tiempos. Un abrazo
ResponderEliminarAlguna licencia histórica se puede tomar, o también puede simplificar las cosas dando los nombres actuales
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