Gracias
a la lectura conjunta organizada por Laky en su blog, con
la generosa participación de P. L.
Salvador, he podido traer esta nueva obra “La postura imperfecta”, ganadora
del III Premio Martín Fierro.
P.
L. Salvador nos muestra en La postura
imperfecta los pensamientos de una persona esquizoide en esta especie de
biografía narrada por el protagonista.
Desde
el mismo comienzo de la obra, entramos a un mundo donde viajaremos, o mejor
dicho nos sumergiremos en unas reflexiones sobre la Vida, la Sociedad, la
Religión, etc., cargadas de una profunda intensidad filosófica. No es baladí,
sin embargo, que el narrador protagonista a lo largo de toda la novela va
intercalando sus vivencias pasadas, las cuales está escribiendo a sugerencia de
su amigo escritor Salvador, quien como Hitchcock o Amenábar tiene un papelillo
en el desarrollo de la novela, aunque en su caso se convierte en preponderante
aun cuando solo aparece un par de veces, ya que está en boca del anónimo
protagonista continuamente, con su búsqueda de la Perfección espiritual basada
en el budismo y su filosofía moral.
Además,
es un aviso y una crítica de esta Sociedad la cual margina, de modo sibilino, a
cualquier individuo con alguna tara mental, ya sea leve o grave, cuando todos
poseemos algún tipo de problema psicológico en mayor o menor medida. A este
respecto, hace un retrato bastante acertado, a mi entender, del día a día del
enfermo mental y su lucha contra su mal invisible, el cual le puede incapacitar
en cualquier momento y lugar sin previo aviso.
Dentro
de estas disquisiciones del protagonista, deja patente la inadecuada naturaleza
y comportamiento de los profesionales de los centros psiquiátricos, donde en el
mejor de los casos el interno es tratado como un recluso de una prisión, en
este caso para mentes enfermas.
Dentro
de la crítica social que contiene sus páginas, nos proporciona diferentes
motivos por los que la consideración de las personas con algún tipo de
trastorno de la psique no están comúnmente bien vistas, la mayoría de ellos
basados en culturas donde tienen gran arraigo las ideas filo-religiosas.
Asimismo, indica que hemos perdido la capacidad de empatizar de forma veraz
tanto con los demás como con nosotros mismos, ya que únicamente estamos
interesados en medrar social y económicamente, sin alimentar ni nuestro
espíritu crítico ni nuestro deseo de conocimientos. Por ello, y de manera
general, plantea que dependiendo de la cultura y forma de vida, la dicotomía
existente en la Naturaleza humana, es decir la visión del Bien y el Mal, varía.
Con
todo ello, Salvador nos hace reflexionar de forma profunda sobre la deriva que
va cogiendo la Sociedad occidental y las grandes diferencias que tiene con la
oriental.
Con
esta nueva obra, y sin dejar de lado sus sutiles recomendaciones literarias, P.
L. Salvador me vuelve a sorprender gracias a su manera de presentar esta
crítica hacía todo lo relacionado con la Salud Mental, haciendo que el narrador
sea el protagonista autobiográfico de la misma. Consiguiendo que reflexione
seriamente sobre esta pandemia silenciosa que merece toda la atención de la
Sociedad.
Se
puede conseguir esta obra en:
DATOS BIBLIOGRÁFICOS
·
Título:
La postura imperfecta
·
Nº de páginas:
208 páginas
·
Editorial:
Distrito 93
·
Idioma:
Castellano
·
ISBN:
978-84-18783-36-4
Excelente reseña, Óscar. El lunes la comparto, que hoy, casualmente, ha salido otra.
ResponderEliminarComparto parte de tus reflexiones.Un abrazo
ResponderEliminarYo aún no he terminado de leer el libro pero suscribo tus palabras una a una.
ResponderEliminarHemos compartido lectura y la verdad es que lo has descrito muy bien. Acabo de terminarlo y coincidimos en impresiones. El mundo de lo mental está muy acertadamente descrito y sus críticas son muy incisivas. Un abrazo
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