Comienza
la novela presentando a Julia, doctora en Historia, especializada en Julio
César y su época, en la Boston University, que es contactada por la CIA para
viajar a la Roma del s. I a. C. como “voluntaria” para probar de forma más
profunda el método para viajar en el tiempo que han desarrollado.
De
esta manera termina en la época de César, y casándose con él, tras un acuerdo
comercial donde ambos compartirán sus conocimientos. Así vamos conociendo las
tradiciones y el estilo de vida de los Patricios romanos, así como su política,
de primera mano.
Aunque
puede encuadrarse dentro de las novelas históricas en esta también aparecen
elementos de la ciencia – ficción, también se la puede calificar de ucronía
histórica. Por tanto, en esta obra su autora ha hecho un alarde imaginativo,
igual al que muchos hemos soñado, donde lo importante no son solamente César y
Julia, sino también la propia Roma, ya que es el verdadero hilo conductor de la
novela, Roma y su Historia.
Durante
sus enseñanzas a César, Julia también va descubriendo facetas que no conocía de
él y que aunque hayan pasado más de 2000 años el mundo, su forma de pensar
tampoco a evolucionado tanto.
Uno
de los problemas que entrañan los viajes en el tiempo es contraer enfermedades
erradicadas en la actualidad del viajero y que pueden ser mortales porque son
las mismas bacterias pero no evolucionadas.
Con
respecto a Julia, cada momento que pasa con César se va enamorando más de él.
Además, César al ir descubriendo los futuros adelantos se va dando cuenta de lo
poco que conocen. Pero es aquí cuando Julia comienza a tener los primeros
problemas éticos con su viaje al futuro pues al ir tomando aprecio a
determinadas personas, caso de la niña vestal Cornelia, tiene que plantearse si
ayudar y cambiar la Historia tal y como la conocemos, o dejar que fenezca con
el consiguiente cargo de conciencia al saber que podría haber salvado una vida.
Éticamente quizás cualquiera hubiera intentado salvar a esas personas, pero
histórica y científicamente el hecho hubiera supuesto un grave error pues ya no
seguiría controlando su futuro – pasado. Y aunque al pensar en los viajes en el
tiempo seguramente todos intentaríamos cambiar la Historia, de una u otra
manera, esto tendría gravísimas consecuencias al volver a nuestro presente pues
ya habría cambiado y estaríamos viviendo en una realidad paralela. Aun así ser
protagonista, o al menos vivir algunos de los pasajes más importantes de la
Historia sería una experiencia realmente fascinante de vivir.
En
la novela Julia cada vez va teniendo más dificultades para cumplir con las
normas preestablecidas de la misión ya que, como es lógico y natural, piensa en
las posibles consecuencias de beneficiar a las personas a las que va cogiendo
aprecio. Para ello idea una fórmula que hará que no cambie la Historia y ella
consiga su objetivo de ayudar a los suyos.
Este
es el principal inconveniente de los viajes en el tiempo, como ya he repetido
anteriormente, que todos intentaríamos cambiar la Historia para amoldarla a
nuestros gustos. Aun así sería increíble poder ser un viajero temporal para
vivir in situ los acontecimientos más importantes de la Humanidad en primera
persona, conociendo de antemano hasta el más mínimo detalle, aunque siempre
encontrando un fuerte choque cultural y de pensamiento que sufriríamos al
encontrar mentalidades tan opuestas a las de nuestro presente, como por ejemplo
el machismo imperante en todas las épocas o la esclavitud, la importancia
excesiva de la Religión, etc.
DATOS BIBLIOGRÁFICOS
- Título: Retorno a
Roma
- Nº de páginas: 493 págs.
- Editorial: Altera
- Idioma: Español
- ISBN: 9788416645909
Muchas gracias por tu fantástica reseña. Encantada de que la novela te haga hecho sumergirte en la magia de la historia de Roma y la de sus protagonistas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Alicia
Gracias a ti por escribirla
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