Este
segundo caso de la suboficial Ane Cestero nos lleva hasta la localidad guipuzcoana
de Hondarribia y su comarca, siendo Irún la comisaria que eligen como centro de
operaciones, donde se tienen que enfrentar al asesinato de una mujer, Camila,
que participaba en el Alarde mixto de esta localidad guipuzcoana con gran
cantidad de la población en contra de que las mujeres participen en los
desfiles. Después de este hecho, tienen que enfrentarse a varios crímenes más
relacionados con el primer asesinato. Así como deben lidiar con el exmarido de
Camila, en principio el sospechoso principal de la policía.
En
todos los casos que tienen que investigar, amén de otras escenas de la novela,
se observa el poso de la intransigencia hacía lo nuevo o diferente y la
violencia machista, ya sea física o psicológica, que en mi opinión van unidas,
siendo un tema que flota en el ambiente durante toda la obra.
Al
igual que ocurre con el paisaje de Hondarribia, Irún, Hendaia y toda la comarca
que se convierten en uno de los personajes principales y gran protagonista
junto con su flora y su fauna.
Siguiendo
con la investigación en curso, Cestero y su equipo de la UHI van avanzando en
la resolución de los casos relacionados con el Alarde mientras van saliendo a
la luz las rencillas que todos los pueblos esconden. Además Cestero tiene que
hacer frente a las envidias de otros policías por ser ella quien lidera la
Unidad de Homicidios de Impacto de la Ertzanintza y no un hombre de más
graduación. También se verá coartada por un nuevo superior que es más político
que policía, y el cual le ha colado un chivato en el grupo.
Después
de mucho pelear también descubren una red de trata de personas que pasaba
desapercibida bajo el negocio de la pesca y con el paraguas de los respetables
miembros que formaban parte de ella. Ese paraguas también esconde tráfico de
drogas. Todo este tema resulta una denuncia social acerca de los más horrendos
crímenes y delitos que unas buenas relaciones sociales pueden ocultar. Además
de poner sobre la mesa el grave problema de los mandos policiales sin vocación
que están más pendientes e interesados en salir en la foto, cual político, y
ponerse medallas que de ayudar en la resolución efectiva de los casos. Juntando
todo esto a la labor que ejerce la prensa, generalmente excelente, siempre
necesaria, pero que también tiene sus tintes sensacionalistas que perjudican en
ocasiones el trabajo de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y de las
Comunidades Autónomas por unos cuantos espectadores, lectores u oyentes.
No
quiero olvidar tampoco el viaje que Madrazo, el verdadero jefe de Cestero y
padre del UHI, para reconciliar dos mundos, dos vidas, que la Sociedad vasca, y
española, tuvo que vivir, sobrevivir y sufrir por la locura y/o intolerancia de
unos cuantos.
El
final está muy bien hilado, tanto que guarda una sorpresa que pocos podrán
intuir.
DATOS BIBLIOGRÁFICOS
- Título: La
hora de las gaviotas
- Nº de páginas: 460 págs.
- Editorial: Plaza y Janés
- Idioma: Español
- ISBN: 9788401025655
No hay comentarios:
Publicar un comentario