Se
sitúa la acción de la novela en el señorío de Albarracín, dentro de este en la
ciudad de Albarracín, en el s. XIII cuando todavía era un independiente.
En
Albarracín comienzan a suceder terribles crímenes donde los finados son los
maestros de los distintos gremios que trabajaban en la población. De esta
manera nos relata el autor la forma que tenían de agruparse los trabajadores de
los mismos negocios, y cuál era su organización interna. Llevándolo a nuestros
días, serían algo equivalente a los sindicatos, aunque con otras
características ya que tenían sus propias leyes y castigos. Para investigar
estos crímenes estaban los alguaciles, algo así como los policías de la época
dentro de las ciudades y burgos. Y por último está la sempiterna Iglesia, y sus
ansias de poder, que la hacían ser parte de la justicia y administración de la
ciudad. Dicha administración correspondía al señor y el consejo de los nobles
que la componían. De este modo serán los religiosos los que tomen declaración –
confesión a la principal sospechosa de los asesinatos.
En
su confesión, Alodia que así se llama la presa, nos hace que podamos componer una
visión de conjunto acerca de la situación histórica donde transcurra la novela
y de los diferentes reinos que rodeaban Albarracín. Además de lo importante que
podían ser los libros y el conocimiento, así como las malas prácticas de los
religiosos y las supersticiones y creencias en talismanes mágicos que Roma y el
Papa todavía no habían condenado, ni habían sido capaces de canalizar
totalmente su uso hacía las reliquias e imágenes de los santos cristianos.
Durante
el tiempo en el que avanza la trama, la ciudad se dispones a soportar un asedio
por parte de las huestes del rey aragonés Pedro III. En los momentos en que
empieza el asedio comienza a aparecer lo mejor y lo peor de la naturaleza
humana materializada en las acciones de la población por proteger su villa, por
ejemplo, y en las traiciones de los nobles para salvar su vida y su hacienda.
Del
libro se pueden sacar varias enseñanzas, como la mencionada del poder de la
información, y otra importantísima como es que cualquier persona por
insignificante que pueda la gente creer que es alguien, puede ser decisiva a la
hora de que una comunidad logre un objetivo (tipo los hobbits en el Señor de
los Anillos). Relativo a esto, al considerar en esa época a las mujeres seres
inferiores y sin capacidad para determinadas tareas que no fueran las relativas
al hogar, podían pasar desapercibidas y funcionar como las mejores espías
porque nadie se fijaban en ellas como alguien destacables.
En
cuanto a la trama, Alodia es ayudada a escapar por el cura Martin, y ambos se
adentran en la búsqueda de una biblioteca secreta que contiene los libros
necesarios para fabricar poderosos amuletos, así como un amuleto que mandó
hacer Alfonso X, el Sabio, de Castilla.
Con
un final sorprendente destaca la importancia que da al poder confiar en
alguien, además de en uno mismo, y lo complicado que es mostrarse tal cual
somos.
Dentro
de la novela se encuentran guiños a Umberto Eco y David Bowie, como bien
recalca el autor en la nota final de la misma.
DATOS
BIBLIOGRÁFICOS
- Título: La ciudad
- Nº de páginas: 512 págs.
- Editorial: Ediciones B
- Idioma: Español
- ISBN: 9788466660112
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