sábado, 15 de mayo de 2021

EL ANIMAL QUE SOMOS

 


Gracias a Roca editorial por hacerme llegar este ejemplar, he podido tenido la oportunidad de adentrarme en una investigación fascinante que nos lleva a las entrañas de lo que verdaderamente somos y no queremos aceptar.

En este ensayo filosófico, con gran cantidad de datos biológicos y antropológicos, se nos traslada a los orígenes de la Humanidad para responder a las preguntas bases del relato: ¿Qué nos asemeja con el resto de animales? ¿Por qué nos creemos la cúspide de la evolución?

La primera hipótesis que desarrolla la autora está relacionada con la idea de que nuestra capacidad para pensar y la ética y moralidad con que nos conducimos nos hace más que animales, pero animales al fin y al cabo. Aunque bien es cierto que defiende la idea, la realidad biológica mejor dicho, de que somos animales a los que la evolución los llevó a ser el animal más poderoso de la Naturaleza.

Por otro lado, aunque no comparte esas ideas, nos hace llegar todos los puntos de vista y pensamientos filosóficos que existen y han existidos y han postulado sobre este tema, dando noticia extensa de las cuestiones por las que hay muchos científicos y demás personas que creen que no somos animales.

Después de esto nos adentra en los pensamientos que creen que los seres humanos son una especie de dioses capaces de crear y rediseñar la vida de su entorno a discreción porque se tiene la idea de que los animales no sienten, ni piensan ni tienen la misma conciencia de su existencia, mientras que los humanos si tenemos esa conciencia subjetiva que nos diferencia del resto de especies. Así nos previene de este peligroso pensamiento, haciendo hincapié en que somos animales que se han olvidado de esta condición.

Ahora bien, para conseguir esto nuestra reacción cognitiva más frecuente es deshumanizar a otras personas, por motivos económicos, políticos, religiosos o raciales, a las cuales utilizamos en nuestro beneficio sin ningún pudor. Sin embargo esta forma de actuar no impide para que los humanos, “Homo sapiens”, basemos nuestra forma de vida en la socialización al igual que hacen las demás especies de animales.

Y aunque muchos humanos no quieran otorgársela, los animales también tienen conciencia, aunque no tienen desarrollado una conciencia moral que indique que es lo que está bien o mal.

Durante todo el ensayo la doctora Challenger nos va guiando por las diferentes visiones que existen sobre el hombre para que a poco que reflexionemos nos demos cuenta que nuestro comportamiento es idéntico al de los animales, pues somos animales que gracias a la evolución desarrollaron una conciencia que nos hizo darnos cuenta de nuestra propia existencia, amén de una racionalidad que superó a las conductas instintivas que todavía conservamos.

También nos avisa sobre los peligros que supone fiarlo todo a la Inteligencia Artificial (I.A.) y a las máquinas, en querer convertirnos en máquinas para evitar la muerte, pues perderíamos nuestra verdadera esencia por mucho que nos creamos superiores al resto del reino animal. De esta manera nos revela y hace que pensemos en los problemas éticos y morales que acarrea este comportamiento.

Y aunque haya muchos humanos que no quieran aceptar el hecho de que somos animales, biológicamente demostrado, por el simple hecho de ser capaces de ir aumentando nuestro conocimiento a través de la acumulación del mismo, y ser capaces de pensar en cuestiones abstractas, lo cierto es que esto no nos hace diferentes a los animales cuando tenemos que reaccionar a algún estímulo que nos provoque ansiedad, miedo o pánico. Por ello, al igual que nuestros parientes animales, buscamos refugio y confort en el grupo ante estas situaciones.

Ni siquiera el comportamiento ante la muerte nos humaniza o nos hace excepcionales.

En definitiva, lo que creemos que nos hace únicos no es más que una creencia que nos hemos inventado para justificar nuestras acciones.

Bajo mi prima de opinión, este denso, por la cantidad de información y argumentos que aporta, no por su dificultad para entenderlo ni por su extensión, lo que hace es abrirnos los ojos hacía una realidad que ya hemos olvidado, o hemos querido olvidar, y que nos ha llevado a ir destruyendo nuestro planeta al pensar que estaba a nuestro servicio y no al contrario.

Leyendo sus páginas he vuelto a recordar de dónde venimos y he podido vislumbrar hacía dónde vamos, o iremos, si no cambiamos nuestra manera de pensar y actuar. Además de reforzar mi pensamiento de que no somos inmortales, ni lo seremos, pues aunque consigamos prolongar la vida de nuestro organismo, al ser un ente biológico tiende a morir para generar nuevas formas de vida. Al igual que ha hecho que reflexione sobre que lo que nos diferencia del resto de animales también hace que nos demos cuenta que somos hijos del mismo proceso evolutivo.

Finalmente tengo que decir que me encantó su lectura, altamente recomendable para ajustar nuestro comportamiento hacía el planeta, a la par que me ayudó a comprender mejor el mundo en que vivo y el devenir de nuestra propia especie, aquejada de un lento proceso de extinción provocado por nuestra intervención artificial sobre el ecosistema que nos rodea.

Contiene una amplia bibliografía para seguir investigando sobre el tema y varios índices onomástico, geográfico y alfabético. 

Si estáis interesado en esta obra, podéis conseguirla en:

EL ANIMAL QUE SOMOS

DATOS BIBLIOGRÁFICOS

  • Título: El animal que somos: Una nueva historia de lo que significa ser humano
  • Nº de páginas: 270 págs.
  • Editorial:  Roca
  • Idioma: Español
  • ISBN: 9788417805937

 


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